¡Gracias!
Por estos quince años de
amor, por cada día
de paciencia, por celebrar
mis travesuras y mi
inocencia, por cuidarme
cuando tenía temor. Por
regalarme a los mejores
papás, por siempre a mi
lado estar, por nunca
dudar a darme cada día
su cariño, por cubrirme
de cuidados, por
abrirme su corazón, por
ser yo una razón para
aumentar su felicidad.
Por consentirme, por
corregirme, por animarme
y aplaudirme, por
hacerme saber, que siendo
niña o mujer siempre
estarán para mí.
Gracias a Dios y a mis Papás.